Los <<castigos>> y sus efectos negativos
Muchas veces los padres castigan porque creen que es un <<modo>> de controlar la situación, sin embargo, un uso reiterado del castigo puede llevarnos a unos resultados contrarios de los deseados. Un ejemplo: Cuando enseñamos a los niños a asumir sus equivocaciones pidiéndoles que propongan un acto de reparación (en otro post tocaremos este tema), muchas veces sugieren privarse de un recreo, un momento de juego o la tele. Es decir, proponen los castigos más severos (para ellos) ¿Y a qué se debe?
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A que están acostumbrados a que se les prive de cosas que para ellos tienen mucho valor. No conocen sobre la reparación.
Además, hay que recordar que el castigo por si solo impide al niño darse cuenta del comportamiento inaceptable o hacer una introspección. ¡Es como si el castigo borrara la falta! Que tal si en lugar de castigarlos se le pregunta al niño sobre la consecuencia de sus actos y así se le ayuda a trabajar la responsabilidad y sensibilidad. Cuando el niño comete un error, lo mejor es ayudarlo a encontrar una forma de actuar la próxima vez, buscar una solución.
Los castigos ya no me funcionan
Muchos padres comentan que por más que envían reiteradas veces a sus hijos a “pensar” en la habitación, el comportamiento inaceptable aún persiste. Te cuento que, si el niño repite el mismo comportamiento a pesar de los castigos, es evidente que NO FUNCIONAN. Por lo tanto, no es un medio eficaz, sino que lo único que está logrando es agravar la situación.
Ahora, debemos estar atentos pues un comportamiento molesto o conducta inaceptable, constituye una señal y hay que tratar de descubrir el porqué de este comportamiento, ya que la realidad de todo esto es que el niño está expresando de esta manera una necesidad.

El efecto negativo de los castigos
Cuando castigamos al niño damos una forma de atención que está lejos de responder a una necesidad de amor y a corto plazo puede que nos dé resultado, sin embargo, a la larga el niño no habrá aprendido a controlarse ni a ser disciplinado por si mismo.
El niño que castigan con demasiada frecuencia recibe muchas veces como mensaje que amor y falta de respeto van unidos; con el resultado que posteriormente tendrá dificultad para hacerse respetar y mostrar respeto con las personas que ama. ¡Que mejor experiencia para un niño que ser digno de amor y respeto!
Un abrazo
Miss Eve <3